El agua es un componente de gran importancia en muchas industrias. En la industria minera, el tratamiento de los efluentes es un proceso clave para la reutilización y aprovechamiento del recurso hídrico.
En minería se realizan muchas actividades en las que se utiliza agua, por lo que esta contiene altos niveles de sulfatos y metales pesados que la contaminan.
Hoy en el blog de Pochteca analizaremos los desafíos que las empresas del sector minero deben enfrentar durante los procesos de tratamiento de aguas residuales. ¡Comencemos!
Desafío 1. Falta de disponibilidad de agua
En la industria minera se requiere una fuente constante de agua limpia para las diferentes operaciones. Sin embargo, problemas como la escasez de agua, las estrictas regulaciones ambientales y el aumento en los precios son factores que influyen en el abastecimiento y disponibilidad del líquido vital. Por ello, las empresas deben tratar el agua para reutilizarla y no recurrir a otras fuentes de agua para la producción minera.
A esto es importante añadir que muchas zonas de explotación minera se encuentran en zonas de difícil acceso y con condiciones meteorológicas extremas, donde las fuentes de agua están lejos y se destinan para el uso de la población general. Por ello, el agua tratada también se utiliza en instalaciones y campamentos de trabajadores de minas, con el fin de proveerles de líquido para su uso tanto en los procesos de producción como para la higiene del personal.
Desafío 2. Alta concentración de contaminantes
Los desafíos en el tratamiento de aguas residuales en minería dependen en gran medida del tipo de material extraído. Las aguas que contienen altas concentraciones de metales pesados como mercurio, plomo, cadmio o arsénico, así como ácidos, sólidos en suspensión, compuestos orgánicos, entre otros pueden ser muy difíciles de tratar por la variedad y tipo de contaminantes.
Desafío 3. Condiciones operativas extremas
Las condiciones ambientales extremas en las zonas mineras pueden afectar el rendimiento de los sistemas de tratamiento de agua. Por ejemplo, las temperaturas muy altas pueden provocar variaciones en el pH del agua, lo que incrementa los costos operativos para mantener la calidad del líquido vital. Y por otro lado, las bajas temperaturas también dificultan el proceso de distribución por congelamiento, lo que también incrementa los costos operativos para mantener un agua fluida.
Desafío 4. Impacto medioambiental
Las aguas residuales contienen una gran cantidad de contaminantes que se extraen mediante diferentes procesos. Sin embargo, esos compuestos pueden causar daños severos al medio ambiente, contaminando suelos, aguas y causando estragos en la fauna si no se manejan correctamente.
Aunado a esto, las normas ambientales se han vuelto cada vez más rigurosas con el fin de evitar la contaminación, lo que implica la adopción de tecnologías de tratamiento más eficientes y costosas.
Desafío 5. Dificultad para la recolección de agua
El agua que se utiliza para la extracción mineral se contamina por el contacto con los sólidos acumulados en el líquido. Por ejemplo, las piedras que contienen minerales sulfídicos se vuelven contaminantes al contacto con agua y oxígeno, provocando acidez y altas concentraciones de metal y sulfato.
Los efluentes mineros no solo son causados por los procesos de extracción, sino por arrastre, por la depuración de gases, como consecuencia de tratamientos como la flotación o la lixiviación o incluso por la lluvia infiltrada en los depósitos de la mina y que produce aguas residuales altamente contaminadas.
¿Cómo afrontar estos desafíos?
En general, las zonas mineras deben contar con planes de tratamiento de aguas residuales contaminadas con base en análisis de los procesos de extracción mineral, los sólidos en suspensión, el pH del agua, las regulaciones ambientales, los costos globales por el tratamiento, entre otros factores.
Actualmente existen sistemas de tratamiento de agua para la extracción de contaminantes, la neutralización de ácidos, eliminación de metales y el restablecimiento de los niveles de pH para garantizar la idoneidad del líquido para diferentes aplicaciones. Los más comunes son:
Precipitación química
La precipitación química se utiliza en minería para tratar efluentes con alto contenido de metales disueltos. Es un proceso de pretratamiento en el que se usan químicos para formar compuestos insolubles, en los que se pueda retener metales pesados o compuestos como los sulfatos o fluoruros.
Flotación, coagulación y separación
La coagulación y flotación son procesos en los que se usan reactivos químicos para aumentar el tamaño de las partículas de contaminantes en el agua, provocando la formación de sólidos fáciles de separar mediante procesos como la sedimentación o filtración. Estos tratamientos se utilizan para eliminar los contaminantes del agua, así como la turbidez y los malos olores.
Intercambio iónico
El intercambio iónico es un proceso en el que se usan resinas sintéticas para eliminar iones disueltos en el agua como metales pesados o compuestos orgánicos. Se utiliza principalmente para el ablandamiento de agua, en el que se reemplazan los iones de calcio y magnesio.
Ósmosis inversa
La ósmosis inversa es un proceso fisicoquímico para eliminar los contaminantes del agua. Se usa un sistema de alta presión para hacer pasar el agua a través de una membrana semipermeable que filtra los contaminantes. Se utiliza principalmente para la desalinización del agua, la remoción de material orgánico, minerales, metales pesados, sales, entre otros contaminantes.
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